La Comisión Europea (CE) ha alertado recientemente sobre la presencia de sandías procedentes de Marruecos con restos de un plaguicida, el metomilo, por encima de los niveles permitidos, tras recibir un aviso de España mediante el Sistema comunitario de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rasff).
La notificación se produjo el día 14, con actualización el día 20, mediante el sistema Rasff, por el cual España comunicó la alerta a la CE, quien a su vez remitió la información al resto de los países de la Unión Europea (UE).
La organización de consumidores Facua se ha hecho eco de esta comunicación, en la que la CE ha precisado que la fruta supera la presencia de este pesticida permitida por la normativa comunitaria.
El sistema de detección de la UE ha categorizado como «grave» el nivel de riesgo, según ha recogido Facua, que ha señalado que el metomilo es «una sustancia que se usa como pesticida y que puede tener consecuencias graves en algunos casos».
Según un informe publicado por la CE, en 2022 se registraron 990 notificaciones relacionadas con restos de pesticidas a través de Rasff, lo que, no obstante, supuso un descenso del 20 % con respecto a 2021.
No obstante, la CE ha reflejado en su notificación que no se han tomado medidas en reacción a este hallazgo.
Facua ha añadido en un comunicado que el metomilo puede provocar síntomas de intoxicación como «dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, sudoración excesiva, temblores y visión borrosa» y que su mezcla con alcohol «puede impactar en el sistema nervioso».